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EL CÁNCER Y EL OJO
Por: DR. CARLOS MARTINEZ BOLIO
24-01-2019
Omar es un varón de 57 años de edad de piel blanca y ojos claros. Visita al médico oftalmólogo por notar una especie de “sombra” en el campo visual de su ojo derecho desde hace cuatro meses. El médico descubre en el fondo del ojo, a nivel del plano de la retina, una imagen redondeada y abultada de un color entre café y naranja. Solicita un estudio de ultrasonido ocular y de la órbita cuyo resultado sugiere una tumoración intraocular maligna denominada melanoma de coroides. El oftalmólogo confirma este diagnóstico y propone el tratamiento correspondiente.
Elvira es una mujer de 53 años de edad con historia de cáncer de mama desde hace dos años. Recibió tratamiento a base cirugía, radioterapia y quimioterapia. Notó hace seis meses destellos y una mancha en el campo de visión de su ojo izquierdo que aumentó de tamaño. Su médico oftalmólogo descubre en el fondo de ojo, sobre la retina, una imagen obscura levantada al relieve, que le hace sospechar una tumoración. El estudio de ultrasonido lo confirmó. Se trató de un tumor relacionado a su antecedente de cáncer de mama.
Juan es un menor de casi tres años de edad. Es llevado a consultar al servicio de oftalmología de un hospital del sector salud. Sus padres detectaron desde hace aproximadamente un año que éste desviaba la mirada, como haciendo “bizco “y, más recientemente observan una mancha blanca en la pupila de su ojo derecho. El médico oftalmólogo y el pediatra encontraron a un paciente de bajo peso, de medio socioeconómico pobre y datos clínicos generales de desnutrición. Con apoyo de un estudio de ultrasonido del ojo y de la órbita se descubrió un tumor de gran tamaño en el interior del ojo derecho, denominado retinoblastoma. En forma conjunta, los servicios de oftalmología, pediatría y oncología confirmaron el diagnóstico e iniciaron la atención correspondiente.
Estas tres breves historias clínicas ejemplifican y nos recuerdan que el ojo también puede ser blanco de enfermedades tumorales, neoplasias o cáncer. A grandes rasgos las neoplasias del ojo, o de los párpados, pueden ser de un tipo celular benigno o maligno, lo que también se relaciona a su ubicación y comportamiento clínico. Cada caso y tipo de tumoración tendrá el tratamiento especializado.
El cáncer puede iniciar propiamente en el ojo, como en el primer caso. En este hombre se diagnosticó un tumor formado en una de las capas más internas de ojo llamada coroides. En este caso, por su diagnóstico oportuno y el pequeño tamaño de la tumoración, el paciente se envió a un servicio especializado para brindarle un tratamiento de braquiterapia – es la colocación de una pastilla radioactiva por detrás de ojo durante unos pocos días- . El paciente evoluciona bien a la fecha. Ha conservado el órgano aunque la visión está comprometida en parte. En casos en los que la tumoración es grande puede requerirse la extirpación del ojo.
Los tumores en el ojo pueden provenir, o tener su origen, a partir de un tumor ubicado en otro órgano del cuerpo. Lo cual sucede mediante la “siembra” de células tumorales que viajan a través del torrente sanguíneo. A esto se le llama metástasis al ojo o tumor secundario. Tal es el caso del segundo paciente. El de una mujer que desarrolló cáncer en el globo ocular a partir de un cáncer de mama. En este caso, por la ubicación del tumor dentro de ojo, complicaciones con dolor y ausencia de visión, fue necesaria la extirpación del ojo.
La tercera historia clínica previamente descrita corresponde a un menor con retinoblastoma. Es el tumor maligno del ojo más frecuente en el infante. En forma general ocupa un 4.3 por ciento de todos los tipos de cánceres en niños, por lo que no es propiamente frecuente. Esta tumoración crece a partir del tejido nervioso dentro de ojo. Es más frecuente en pacientes desnutridos. Puede ser de aparición esporádica y menos frecuentemente hereditario. Puede afectar un ojo o los dos. Investigaciones han demostrado que se debe a una alteración de un gen, del cromosoma 13. En la breve historia descrita anteriormente, del tercer caso, se encontró un tumor tan avanzado, que ameritó una extensa cirugía, así como radioterapia, quimioterapia y rehabilitación posterior. Se considera un tumor muy peligroso que puede extenderse hasta el cerebro y ocasionar la muerte del paciente. Sin embargo su pronóstico se ve favorecido para la función y la vida, cuando se detecta y trata oportunamente.
Cabe destacar la importancia que tiene una revisión médica preventiva anual por parte del médico oftalmólogo, cuyo campo de acción no solo se limita a la graduación óptica. Está especialmente indicada para aquellas personas portadores de padecimientos crónicos degenerativos, tales como: diabetes mellitus, hipertensión arterial sistémica, antecedentes personales cáncer.
¿CÓMO LLEGAR?
Desde el Centro
Autobus: Jesús Carranza y 52 Norte.
Abordar en la calle 59 x 56 y 58
Desde Hospital Juárez
Autobus: Circuito poniente-plazas